No se ejecutará la pena capital en Tailandia, ya que la justicia thai ha desestimado la petición del fiscal para condenar a muerte a Daniel Sancho.
En un giro inesperado, la justicia tailandesa ha decidido no ejecutar la pena capital en el caso de Daniel Sancho, ciudadano español condenado por un delito en Tailandia. La decisión ha sido tomada tras desestimar la petición del fiscal, quien solicitaba la aplicación de la pena de muerte en este caso. Esta noticia ha generado un gran alivio en los familiares y amigos de Sancho, así como en la comunidad internacional, que habían manifestado su preocupación y rechazo a la aplicación de la pena capital en este caso. Ahora, Sancho podrá evitar la pena de muerte y cumplir su condena en una prisión tailandesa.
Justicia thai desestima petición de fiscal para condenar a muerte a Daniel Sancho
Daniel Sancho, el chef español acusado del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, ha obtenido un respiro en su proceso judicial. Después de varios meses de espera, la sentencia judicial ha decidido no condenarlo a muerte, lo que significa que no habrá ejecución capital para el español.
Daniel Sancho ingresó en prisión preventiva en agosto de 2023, después de que la policía tailandesa encontrara el cuerpo sin vida de Edwin Arrieta en el área de Salad Beach, distrito de Koh Phangan (Tailandia). El juicio contra el chef comenzó el 9 de abril de 2024 y, tras casi un mes de declaraciones, se dio por finalizado el 2 de mayo.
La fiscalía había pedido la pena capital para Daniel Sancho, aunque no es habitual ejecutarla en extranjeros, a los que se les suele convalidar con la cadena perpetua. Sin embargo, la familia de Sancho sigue luchando para que Daniel sea trasladado a España para cumplir la condena que se le imponga.
La pena capital en Tailandia
En Tailandia, la pena capital es prevista en el Código Penal para varios delitos, entre los que se encuentra el asesinato agravado. Según informa el portal 'Informalia', en Tailandia se reanudaron las ejecuciones en 1995, tras ocho años de suspensión. De ese año hasta 2003, se ejecutó a 50 personas por fusilamiento grupal, el método que se usaba en aquel entonces para ejecutar la pena capital.
El método de ejecución consistía en que el preso permanecía de pie con las manos atadas a un poste y le disparaban desde detrás de una cortina. Los condenados a muerte se les informaba de su ejecución con tres horas de antelación, sin que tuvieran tiempo de ver a sus familiares por última vez.
En el año 2003, Tailandia decidió cambiar este método por la inyección letal, considerándola una medida más humana y que provoca menos accidentes. Sin embargo, esta medida sigue siendo dolorosa para cualquier familia.
Según 'Informalia', a las personas que van a ser ejecutadas por medio de una inyección letal se las sujeta con correas a una camilla y se les inyecta, primeramente, un anestésico; a continuación, un agente paralizante, y por último, cloruro potásico, substancia que hace que se les pare el corazón.
Aunque la sentencia aún no se ha hecho pública, la familia de Daniel Sancho puede respirar un poco más tranquila, sabiendo que no habrá ejecución capital para el español.
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