Vingegaard desata las emociones al abrazarse con su esposa en la meta de Isola 2000 en la 19ª etapa del Tour de Francia
En un momento que será recordado por mucho tiempo, el danes Jonas Vingegaard demostró que el deporte y la emoción pueden ir de la mano. Al cruzar la meta de Isola 2000 en la 19ª etapa del Tour de Francia, el ciclista del equipo Jumbo-Visma se fundió en un abrazo emocionante con su esposa, Trine Hansen. El gesto, lleno de sentimiento y gratitud, emocionó a todos los presentes y a los espectadores que seguían la carrera en directo. Fue un momento de intensa emoción que puso de relieve la importancia de la familia y el apoyo en el éxito deportivo.
Jonas Vingegaard desata las emociones al abrazar a su esposa en la meta de Isola
El danés Jonas Vingegaard no ha podido contener la emoción cuando, tras cruzar la línea de meta de la 19ª etapa del Tour en Isola 2000, se ha abrazado a su mujer Trine Marie, quien espera su segundo hijo.
Son muchas las emociones, las sensaciones que deben estar pasando por la mente de Jonas Vingegaard después de verse competitivo en el Tour de Francia tras la horrible caída que sufrió en la Itzulia el pasado mes de abril, que le obligó a estar doce días en el hospital y que no le alcanza para plantar cara a un galáctico Tadej Pogacar.
Este viernes, el danés, doble ganador del Tour de Francia los dos últimos años, se ha vuelto a mostrar impotente cuando Pogacar ha atacado a 8,7 kilómetros de meta y bastante ha tenido con controlar a Remco Evenepoel, 3º de la general, en un día en el que su equipo apostó por la victoria de etapa, pero tampoco se salió bien.
La emoción de Vingegaard
De ahí que tras cruzar la línea de meta se haya fundido en un sentido abrazo con su mujer embarazada, y que no haya podido contener las lágrimas de campeón. La emoción de Vingegaard es comprensible, ya que ha luchado por recuperarse de su lesión y demostrar que sigue siendo un ciclista de élite.
La victoria de Pogacar ha sido estratosférica en la 19ª etapa, y ha sentenciado virtualmente el Tour 2024. El esloveno ha demostrado su superioridad en la montaña, y ha dejado a Vingegaard y a Evenepoel en segundo y tercer lugar, respectivamente.
La etapa ha sido intensa, con un ataque delante de Vingegaard y Evenepoel en Isola 2000, que ha sido clave para la victoria de Pogacar. El danés ha luchado por mantener el ritmo, pero no ha podido con el esloveno.
La reacción de Vingegaard
La reacción de Vingegaard ha sido emocionante, y ha demostrado la importancia que tiene su familia en su vida. El abrazo con su esposa ha sido un momento emotivo, y ha mostrado la humanidad del ciclista.
La emoción de Vingegaard es comprensible, ya que ha luchado por recuperarse de su lesión y demostrar que sigue siendo un ciclista de élite. A pesar de no haber ganado la etapa, ha demostrado que sigue siendo un competidor fuerte.
La victoria de Pogacar ha sido estratosférica, pero la emoción de Vingegaard ha sido el momento más emotivo de la etapa. La familia es fundamental para el ciclista, y ha demostrado que siempre está presente en sus momentos más importantes.
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