Un árbitro alemán da ventaja a Inglaterra en la final contra España
En un polémico encuentro que dejará un sabor amargo en la boca de los aficionados españoles, la final del torneo internacional de fútbol celebrada en el estadio de Wembley en Londres, Inglaterra, ha sido objeto de una gran controversia. El árbitro alemán, Felix Brych, ha sido el centro de atención tras tomar decisiones que, según los expertos y los seguidores del combinado español, han favorecido claramente a la selección inglesa. La ventaja otorgada a los ingleses ha sido clave para el resultado final del partido, que ha terminado con la derrota de España por un marcador de 2-1. Los españoles se sienten agraviados y reclaman una explicación por las decisiones del colegiado alemán.
Árbitro alemán da ventaja a Inglaterra en la final de la Eurocopa
Los inventores del fútbol, Inglaterra, jugarán su segunda final de la Eurocopa de la historia, y lo que es aún más increíble, intentarán ganar su primer título. Sin embargo, visto lo de ayer, España lo tendrá muy difícil para ganar el torneo. No tanto por la gran plantilla de la selección de Southgate, que la tiene; no tanto por el gran fútbol que jugó anoche, que no lo hizo; ni por la superioridad sobre Países Bajos, que no la hubo.
El tinglado arbitral puede ser el factor clave en la final. El penalti pitado por el VAR, por el juego peligroso de Dumfries sobre Kane, fue muy raro. Eso propició el empate y el inicio de la remontada, tras el golazo de Xavi Simons. En la jugada del penalti, que el árbitro no vio por ninguna parte, es una jugada donde Kane remata y, por la inercia del disparo, su pierna choca con la del defensa que quiere impedir el trallazo.
El contacto es evidente, pero ¿quién golpea a quién? ¿Cuántos penaltis se pitarán, por este criterio, cuando un jugador golpea a otro después del chut y con el balón ya en las nubes? La pregunta es válida, ya que la decisión del árbitro Zwayer fue cuestionable.
En el segundo tiempo, el colegiado alemán Felix Zwayer estuvo tremendamente sibilino. Ningún robo que pase a la historia del fútbol. Nada de lo que Koeman pueda quejarse amargamente. Pero a cada jugada a balón parado a favor de los neerlandeses, Zwayer pitaba falta en ataque de un jugador naranja. Si no era un agarrón, era un bloqueo, cuando en todas esas acciones, con las torres preparadas para el remate (Van Dijk, Dumfries, Gakpo y el gigantón Weghorst), los bailes, tirones y triquiñuelas eran de ida y vuelta.
Mucho ojito con la final. España deberá estar atenta a las decisiones del árbitro, ya que pueden ser clave en el resultado del partido. La selección española no puede permitirse el lujo de que el tinglado arbitral se vuelva en su contra.
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