La pasión por el derbi no se detiene a pesar de la lluvia

En la reciente edición del derbi local, la lluvia no logró opacar la pasión de los aficionados que se congregaron en el estadio para presenciar el emocionante encuentro entre los equipos rivales. A pesar de las inclemencias climáticas, los seguidores demostraron su devoción inquebrantable portando los colores de sus equipos y coreando cánticos de aliento. El espíritu competitivo se mantuvo intacto en cada jugada, reflejando la intensidad y emoción que caracterizan a este clásico enfrentamiento deportivo. La lluvia, lejos de disminuir el entusiasmo, pareció avivarlo aún más, creando una atmósfera única e inolvidable que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.

Afición realista desafía la lluvia en el derbi ante Alavés

El pasado Domingo de Resurrección en Gasteiz estuvo marcado por la inclemencia del clima, sin embargo, la lluvia no logró opacar el ambiente previo al esperado derbi entre el Alavés y la Real Sociedad en el estadio de Mendizorroza. La pasión por el fútbol se mantuvo intacta tras dos semanas de espera, desafiando las adversidades meteorológicas.

Desde horas tempranas, numerosos seguidores de la Real Sociedad se dejaron ver por las calles más céntricas de la capital alavesa, entre ellos destacaba la presencia de un ilustre aficionado txuri urdin de Gasteiz, como es el caso de Peio Uralde.

La lluvia arreció sin descanso desde la mañana en Gasteiz, sin embargo, el gris del cielo se veía interrumpido por el blanco y azul de las bufandas, gorros y camisetas de los seguidores de ambos equipos. Incluso, una familia proveniente de Oviedo, seguidora de la Real Sociedad, se reunió con otra familia local en apoyo al equipo. La pasión por el club trasciende fronteras, tal como lo demostró la presencia de Viles, jugadora lesionada del equipo femenino de la Real Sociedad, quien también se unió a presenciar el encuentro.

Hubo quienes, a pesar de la lluvia, aprovecharon para disfrutar de la tradición del Celedón en la Plaza de la Virgen Blanca, portando el inevitable paraguas. Ante las adversidades climáticas, la sonrisa y el entusiasmo de los aficionados no se vieron afectados.