Tono explosivo de Djokovic: No es un pretexto para abuchearme, el público debe respetar al rival
En un tono explosivo, el tenista serbio Novak Djokovic lanzó un mensaje contundente hacia el público después de su partido en el Abierto de Australia. El número uno del mundo se mostró molesto con el comportamiento de los espectadores, quienes según él, no respetaron a su rival durante el encuentro. Djokovic aseguró que la presión del público no es un pretexto para abuchear al oponente, y que es necesario mantener un ambiente respetuoso en las canchas. Con estas palabras, el tenista defiende la ética del deporte y reclama un trato más civilizado por parte de los aficionados.
Djokovic desata su ira contra el público: No es un pretexto para abuchearme
Novak Djokovic no se contentó con ganar a Holger Rune en sets corridos (6-3, 6-4 y 6-2). Durante todo el encuentro, se sintió mosqueado al escuchar abucheos del público y su reacción final resultó sorprendente por su contundencia.
No le bastó con enviar besitos a la grada con mucha ironía, ni sus miradas desafiantes reiteradas durante el encuentro. Su recital en el colofón comenzó acercándose al medio de la red para tomar la raqueta como si fuera un violín y tocarlo. Un mensaje a los fans que escucharían a continuación otro más contundente.
Djokovic tocando el violín irónico, como que pasaba de sus 'haters' en la grada, que no le afectaban sus abucheos
Djokovic aprovechó que tenía un micrófono a disposición, ya que después de un partido se entrevista en cancha al vencedor, y sacó toda su rabia. Muy enfadado, comentó que para todas las personas que fueron respetuosas, buenas noches. Y a toda esa gente que ha optado por faltarle el respeto a los jugadores, en este caso a mí: que paséis muy buuuuena noche, una buuuuuena noche. Jugando con el 'good night' (buena noche o buenas noches). Con muy mala leche.
Sé que estabais animando a Rune, pero eso es solo una excusa para abuchearme. Conozco todos los trucos, he conocido ambientes más hostiles. No me afecta, dijo Djokovic en una reprimenda espectacular al público.
La reacción del serbio fue clara: no toleraría el abucheo del público y se sentía ofendido por la falta de respeto. Djokovic demostró que no se dejaría intimidar por la hostilidad del público y que su enfoque estaba en la victoria.
Con su respuesta, Djokovic envió un mensaje claro a los espectadores: no se dejará abuchear y exigirá el respeto que se merece como campeón. Su reacción fue sorprendente, pero demostró que no se dejará intimidar.
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