La joven millonaria sacude los cuartos de Wimbledon con un juego imparable
En el mundo del tenis, siempre hay espacio para las sorpresas y las historias de éxito. Y esta semana, en el prestigioso torneo de Wimbledon, una joven jugadora ha sacudido los cuartos con un juego imparable que ha dejado a todos con la boca abierta. Con solo 22 años, esta joven millonaria ha demostrado que su talento y dedicación pueden llevarla a lo más alto. Su estilo de juego agresivo y su habilidad para adaptarse a las situaciones más difíciles la han convertido en la sensación del torneo. ¿Quién es esta joven promesa del tenis? ¿Cuál es su secreto para el éxito? En las siguientes líneas, te contamos la historia detrás de esta impresionante jugadora.
La joven tenista Emma Navarro, de 23 años, está revolucionando el mundo del tenis con su juego imparable en Wimbledon. Con una fortuna heredada de más de 3.000 millones de dólares, Emma no solo destaca por su habilidad en la cancha, sino también por su legado familiar.
Emma comenzó su carrera en el circuito hace apenas un par de años, después de agotar su carrera universitaria en Virginia, donde se graduó en Artes y Ciencia y ganó un título individual de la NCAA. Antes de eso, ya había demostrado su talento en el tenis, siendo finalista júnior de Roland Garros, semifinalista en Wimbledon y campeona de dobles en París.
En Wimbledon, Emma ha derrotado a rivales de mucha entidad, como Coco Gauff, número 2 del mundo y campeona del US Open, y Diana Schnaider, vencedora del torneo sobre hierba de Bad Homburg. Con estas victorias, Emma se ha asegurado un premio de 375.000 libras esterlinas, unos 440.000 euros. Sin embargo, para ella, el dinero no es lo más importante.
Emma Navarro, la joven tenista con una fortuna heredada
Emma es la hija de Ben Navarro, un inversor que creó Sherman Financial Group y tiene una cartera que incluye Credit One, una empresa con dieciocho millones de tarjetas de crédito en el mercado. Ben Navarro tiene un valor neto actual de 1.500 millones de dólares, según Forbes.
La fortuna de la familia Navarro se estima en unos 3.000 millones de dólares, lo que la convierte en una de las más grandes del mundo del tenis. Sin embargo, Emma no es la número 1 por fortuna, puesto que ocupa su compatriota Jessica Pegula, cuyo petrolero padre amasa 5.000 millones de dólares.
Emma ha ganado el torneo de Hobart 204, su primer y único título WTA hasta ahora. También ha alcanzado los octavos de final en Roland Garros y ha sacudido su parte del cuadro de Wimbledon, dejando atrás a nombres relevantes del tenis.
Mi padre es el hombre más inteligente que conozco, afirma Emma sobre su padre, quien compró el torneo femenino WTA 500 de Charleston, donde se estableció su base, invirtiendo 350 millones de dólares. También desembolsó otros 300 millones de dólares para comprar el Masters ATP y WTA 1000 de Cincinnati, el evento más importante previo al US Open.
Ben Navarro, un fanático del tenis, ha comentado que como fan, padre y hombre de negocios, el tenis ha dado mucho a mi familia. Aunque no se está perdiendo Wimbledon, junto a su esposa Kelly.
Emma Navarro sigue sorprendiendo en Wimbledon, y su juego imparable la ha llevado a cuartos de final, donde espera la reciente finalista de Roland Garros, la italiana Jasmine Paolini. ¿Será capaz de seguir adelante y ganar su primer título de Grand Slam?
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