Toni Kroos se despide de la selección alemana: un final de carrera emocionante
El fútbol alemán se despide de una de sus figuras más destacadas en la historia reciente. Toni Kroos, el mediocampista que ha sido clave en el éxito de la selección alemana en los últimos años, ha anunciado su retiro internacional. A los 32 años, el jugador del Real Madrid pone fin a una carrera emocionante con la selección, en la que ha conquistado títulos importantes, como el Mundial de Brasil 2014, y ha sido clave en la construcción del juego alemán. En este artículo, repasamos la trayectoria de Kroos con la selección alemana y analizamos su legado en el fútbol internacional.
Toni Kroos se despide de la selección alemana: la última actuación de un gran campeón
Toni Kroos ha planificado su vida después del fútbol con un círculo rodeando el 14 de julio en el calendario. Ese domingo, en Berlín, el centrocampista alemán está convencido que jugará su último partido como profesional. El último. La gran final.
En su estructurada mente alemana ha visualizado despedirse del fútbol como lo hizo en el Real Madrid, ganando, levantando el trofeo de campeón de Europa con su selección, con el otro equipo de sus hijos, el que no admite discusión porque une a la familia.
No se ha alejado Kroos de la rutina ideada para su última concentración, esas jornadas que le resultaban tediosas últimamente, con muchas horas preguntándose qué hacía ahí si ya lo había conseguido todo en el mundo del fútbol y lejos crecían sus hijos disfrutando de esa realidad paralela que muchos veces el deportista de elite solo ve a través del móvil.
La selección germana ha repetido ritual cada partido, celebrando en el campo con naturalidad, abrazando a sus hijos, a sus esposas, a sus madres, como si se tratase de una final cada encuentro, queriendo exprimir cada instante. Como lo había pensado Toni Kroos.
Dedicando tiempo en la concentración para dejar un legado entre los jóvenes de respeto hacia la profesión pero también hablando de todo lo demás, de lo realmente importante, de lo que llegan a representar siendo jugadores.
Toni Kroos no tiene intención de que el de España sea su último partido como futbolista, aunque esta selección española emocionalmente le represente.
Advierte en los jóvenes de la selección un talento descomunal, ve en Rodri Hernández y en Pedri futbolistas inteligentes capaz de cambiar el orden de sus equipos, adivina un ambiente que se parece mucho a su ideal de vida, donde las relaciones son sanas, donde se juega sin perder el respeto, donde el seleccionador es persona antes que técnico, una selección alejada del drama, del conflicto, de las malas palabras, una selección que admira a los grandes jugadores como él.
Toni Kroos piensa que le quedan tres partidos por delante, tres partidos antes de ser dueño de cada día de su vida, antes de organizar su agenda sin tener que planificarla porque nadie decidirá cuando se levanta o en que emplea los fines de semana.
Kroos piensa que quedan tres partidos antes de despedirse besando otro trofeo, uno más, para poner al lado del de campeón del mundo, de las seis Champions, cinco con el Real Madrid y una con el Bayern.
Toni Kroos piensa que no se despedirá del fútbol ante España. La Roja le lleva la contraria.
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