La ex número uno del mundo del tenis, Arantxa Sánchez Vicario, ha compartido un conmovedor testimonio sobre su lucha por la rentabilidad en su vida posterior al retiro del deporte. En una emotiva entrevista, la española ha abierto su corazón y ha hablado sobre el infierno que ha vivido en los últimos años, luchando por mantener su estatus y su patrimonio. La tenista ganadora de cuatro títulos de Grand Slam ha revelado que, a pesar de sus logros en la pista, se ha visto obligada a luchar por cada euro, enfrentándose a problemas económicos y judiciales que la han llevado al borde del colapso.
La verdad detrás de la gloria: Arantxa Sánchez Vicario sobre su infierno financiero
Que Arantxa Sánchez Vicario ha sido una de las mejores tenistas de todos los tiempos no deja lugar a dudas. Sin embargo, el infierno que le tocó vivir tras ser engañada por su exmarido, Josep Santacana, en lo que a las finanzas se refiere, es una historia menos conocida.
En su última charla con la revista 'Yo, Dona', la exdeportista ha querido hablar abiertamente sobre su situación financiera y emocional. Me queda mucha fuerza y un espíritu de lucha enorme, pero dinero, nada. Y casi lo agradezco, porque eso me impulsa a seguir trabajando como hace cualquier otra persona. Esa es la Arantxa que la gente no conoce, ha arrancado diciendo.
Arantxa Sánchez Vicario explicó que durante su carrera deportiva depositaba toda su confianza en otras personas para que se ocuparan de sus finanzas. Yo me dedicaba exclusivamente a jugar al tenis. Sabía que ganaba dinero, pero no tenía motivos para desconfiar. Ahora sí que sé perfectamente lo que tengo. Creo que cuando eres buena persona, confías y, si las cosas no salen bien, entonces acabas pecando de ingenua. Así es como interpreto yo lo que me ha pasado, ha asegurado.
La exdeportista también ha querido dejar claro que nada le cayó del cielo a pesar de ser apenas una adolescente. Yo no he sido una privilegiada jamás. He trabajado mucho y durísimo. Es más, pensaba que eso era lo normal, que no había otra opción. No tenía demasiado tiempo para divertirme, pero no me importaba porque, para mí, el tenis lo era todo y sabía que solo se mejora con esfuerzo. No hay otro modo de hacerlo, ha explicado.
Hoy, afortunadamente, puedo decir que me encuentro bien y que he aprendido lo que es el infierno. Saber lo que hay allí me ha ayudado a apreciar más lo que hay aquí arriba y a saber dónde no quiero volver nunca más. He aprendido mucho y eso me ha hecho más fuerte todavía, ha sentenciado.
La historia de Arantxa Sánchez Vicario es un ejemplo de cómo la confianza y la ingenuidad pueden llevar a la ruina financiera, pero también de cómo el espíritu de lucha y la determinación pueden llevar a la superación y el crecimiento personal.
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