Increíble pero cierto: los Hawks remontan a los Celtics cuando perdían ¡por 30 puntos!

La noche del martes pasado quedará grabada en la memoria de los aficionados al baloncesto por mucho tiempo, ya que presenciaron un suceso extraordinario en la NBA. Bajo el título ¡Increíble pero cierto: los Hawks remontan a los Celtics cuando perdían…¡por 30 puntos!, se narra la hazaña épica protagonizada por el equipo de Atlanta. En un partido que parecía sentenciado a favor de los Celtics, los Hawks demostraron un coraje y determinación sin igual, logrando una remontada histórica que dejó boquiabiertos a propios y extraños. Con jugadas magistrales y un espíritu indomable, los Hawks lograron revertir una desventaja de 30 puntos, consolidando así su posición como un equipo digno de admiración y respeto en la liga.

Hawks desafían lo imposible y remontan puntos ante Celtics

Ya dicen que lo inesperado es lo mejor, lo más emocionante y excitante. Para algunos algo inspirador, para otros un fenómeno paranormal, para los más malpensados algo sospechoso ahora que los tentáculos de las apuestas han llegado definitivamente a la NBA, los Atlanta Hawks levantaron la camisa a los Boston Celtics hasta subírsele a las barbas remontando hasta 30 puntos de diferencia (120-118).

Los Celtics, mejor equipo de la temporada regular y con su trío de lujo Tatum - Porzingis - Brown al completo, vencían 38-68 a falta de 4:19 para el final del segundo cuarto. Los Hawks, para dar a entender la dimensión del fenómeno, estaban sin Trae Young.

“Es una buena lección”, reconoció, sin paliativos, el entrenador del conjunto de Massachusetts, Joe Mazzulla. “Dejas a un equipo vivo y ellos hicieron esas jugadas: puntos de pérdidas, triples, rebotes ofensivos. Hay que darles crédito por seguir luchando”, añadió el técnico.

Los 37 puntos de Jayson Tatum con 10 en el último cuarto -al que llegaron ya con una ventaja de sólo 90-96-, fueron en vano igual que los 24 de Jaylen Brown y los 17 de Kristaps Porzingis en una notable hoja estadística de las estrellas que se quedó en papel mojado.

La ausencia de Jrue Holiday no fue excusa en Boston, sobre todo ante el desolador panorama que tienen los Hawks, no sólo sin Trae Young sino también sin otras piezas importantes como Jalen Johnson, Saddiq Bey u Onyeka Okongwu.

Sin otra opción que hacerse fuerte como equipo, el recital coral de los Hawks se midió en hasta seis jugadores con dobles dígitos, destacando los 24 puntos de un De’Andre Hunter que asestó el golpe de gracia con un triple a falta de 10 segundos para el final.

“Nuestra afición es única”, resaltó el entrenador de Atlanta, Quin Snyder, que se puso poético alabando a los fans. “Son únicos, nos dieron energía. Tiene que pasar algo un poco fuera de lo normal para volver al partido y cuando sabes que tienes un grupo de gente que está detrás de ti llueva o haga sol. Llovió pronto pero ellos ayudaron a que saliera el sol”, destacó Snyder.

“Jugamos de manera altruista. ¿Lo que dije al descanso? Nunca hablo sobre lo que dije, todos sabíamos cuál era el desafío y todo el grupo internalizó eso”, añadió el técnico de unos Hawks con la décima posición -última que da acceso al play-in-, encarrilada.

Los Celtics se vieron golpeados de repente por esas moralejas del pasado, esa cierta autocomplacencia por la que precisamente los Hawks casi fuerzan el séptimo partido el año pasado en la primera ronda de playoffs tras llegar a ganar 3-1.

Lo mejor de todo, que Celtics y Hawks se las vuelven a ver el jueves en el mismo escenario. Y que a Boston le ha pasado esto antes de los playoffs. Más vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo.