El Sanse logró rescatar un punto milagroso en un vibrante encuentro que culminó con un empate 2-2, gracias a la destacada actuación de Arzak. El equipo demostró su determinación y entrega en el terreno de juego, manteniendo la esperanza hasta el último minuto. El gol de Arzak se convirtió en la pieza clave que permitió al Sanse salir con la frente en alto de este enfrentamiento tan reñido. El resultado final refleja el esfuerzo y la garra de un equipo que luchó incansablemente por la victoria. Sin duda, este emocionante partido dejará una marca imborrable en la memoria de los aficionados y resalta la calidad y el talento que posee el Sanse para enfrentarse a los desafíos más exigentes en el campo de juego.
Empate milagroso en el último minuto: Arzak rescata al Sanse
El destino, al contrario que en ocasiones pasadas este curso, fue generoso con un Sanse que logró un empate milagroso, agónico, con dos goles en el descuento ante un Teruel muy superior durante todo el partido. El filial lucía sus mejores galas, ya que pudo contar con los jugadores habitualmente empleados por Imanol como Marín o Maguna y otros como Jon Martín, Rupérez, el goleador Azkune o Dadie.
Pese a ello, no pudo desarrollar su juego y estuvo a merced de un Teruel que marcó al filo del descanso por mediación de Castillo, que ajustició desde dentro del área con demasiada facilidad. Antes, lo había evitado un inspirado Ayesa en dos ocasiones. Salió con otro talante a la segunda mitad el Sanse, que pudo marcar tanto antes, con Goti, como después, con Rupérez, del segundo gol de los maños, obra de Martínez.
Si la Real pudo llegar viva al final del encuentro fue gracias a Ayesa, que evitó el 0-3 sobre todo con una parada en un chut a quemarropa de Sierra. Y llegó ese fantástico descuento y un colosal Arzak, que firmó un instante de cinco tenedores, porque en apenas un minuto marcó el 1-2 tras un envío largo de Azkune y asistió para el cabezazo de Eder García. Puntazo.
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