La crisis de modelo de un colista sin visos de resolución inmediata
En el seno de la industria del colistado, se ha desatado una crisis de modelo que amenaza con dejar sin salida a esta figura clave en el desarrollo de la logística y el comercio. La situación, lejos de mostrar síntomas de resolución a corto plazo, parece estar estancada, sin que se vislumbre una solución inmediata. La incertidumbre reina en el sector, donde la búsqueda de una salida a esta crisis se ha convertido en una urgencia. En las próximas líneas, analizaremos las causas y consecuencias de esta situación, así como las posibles salidas que se están explorando para superar esta crisis de modelo.
La crisis del Valencia: un modelo inexistente sin salida
El Valencia es el colista de la Primera División, lo mismo que le ocurre a su equipo femenino. Parece una simple coincidencia en el mes de octubre, pero nada más lejos de la realidad. La situación del Valencia, una década después de la llegada de Peter Lim al club de Mestalla, no es más que la de una crisis de un modelo inexistente que no tiene visos de solución.
La única solución, sí que es cierto, pasa por la salida de Peter Lim de un club que tiene absolutamente paralizado, en el que no ha invertido un solo euro desde hace un lustro, más allá que para capitalizar deuda -y no llevar al club a la ruina)- y que ahora, en medio de la peor crisis deportiva desde 1986, quiere -y ultima de hecho- un préstamo para acabar el Nou Mestalla.
Si no tengo para llenar la nevera, yo no me meto en un piso. Lo definió de manera bastante acertada este lunes la portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de València, Papi Robles. Podría haber sido la portavoz del PP, del PSOE o de Vox -el color es indiferente- o cualquier valencianista, que sufre cada fin de semana ante la ausencia de calidad de una plantilla famélica de desborde, gol y seguridad defensiva y que no entiende que mientras se desmantela año a año a los pilares fundamentales del club, el Valencia se plantee realizar una inversión de más de 150 millones de euros en un estadio que, ahora mismo, está más cerca de albergar partidos de Segunda que de un Mundial para el que Valencia, la tercera ciudad de España, no está en la lista de sedes.
Un registro anotador históricamente bajo
Seis de treinta puntos. Son seis puntos en diez jornadas en las que el Valencia apenas ha anotado siete goles, el peor registro anotador de la historia del club y que sume al Valencia como el colista de Primera División tras la jornada diez, pasado el primer cuarto de la Liga.
No es una situación distinta a la que ha venido sufriendo el Valencia desde hace un lustro. Hace ahora dos temporadas, el Valencia se asomó al descenso y terminó confirmando su permanencia en Primera en la última jornada de Liga, una anomalía en la historia de una entidad que solo ha bajado una vez en sus 105 años, pero que va camino de Segunda desde el mismo momento en el que destruyó el único proyecto ganador de Lim, formado por Mateu Alemany y Marcelino García Toral.
Un llamado a la unión
Lo realmente importante ahora es darnos cuenta de que hay que estar unidos, apoyar al equipo, al club, a la situación que tenemos. Vivir en la crispación nos va a perjudicar a todos. Nuestra afición es lo suficientemente inteligente para saber que ahora lo más importante es apoyar al equipo. Eso es entender la situación, reflexionó este lunes Rubén Baraja al término de la derrota ante Las Palmas, que le dio el relevo al equipo de Mestalla como colista de la Primera División.
Pero la realidad es que esa unión es la que se ha vivido el Valencia durante las primeras nueve jornadas para, como se dice en València, ‘no quemar la falla’ en el mes de septiembre. No obstante, ahora mismo la situación es insostenible tanto socialmente, como deportivamente, pues el Valencia acumula una victoria en sus últimos diecisiete partidos y si bien una cosa es querer, otra bien distinta es poder cambiar la situación.
No obstante, los ejecutivos del Valencia transmiten confianza en Baraja, que desde su llegada hace temporada y media ha servido como 'escudo' de Meriton Holdings, mientras la presidenta, Layhoon Chan, se ha escondido durante todos estos años, tratando de destensar y cambiar la política de comunicación de Anil Murthy, intentando desviar la atención para que se hablara solo de lo deportivo. Sin embargo, la pelota ahora no entra y lo deportivo no funciona.
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