Morientes admite que se rió con Roberto Carlos cuando le tiraban un plátano y ahora pide disculpas

Morientes admite que se rió con Roberto Carlos cuando le tiraban un plátano y ahora pide disculpas

En un extraño y polémico episodio que tuvo lugar en el partido entre España y Brasil en 2004, el exfutbolista español Fernando Morientes ha admitido que se rió junto a su compañero de equipo Roberto Carlos cuando un espectador le lanzó un plátano al jugador brasileño. Esta acción racista generó gran conmoción en aquel momento y ahora, años después, Morientes ha decidido pedir disculpas por su reacción. En una declaración pública, el exdelantero del Real Madrid ha manifestado su arrepentimiento por no haber condenado el incidente en su momento y ha reconocido que su comportamiento fue inapropiado.

Fernando Morientes pide perdón por normalizar el racismo en el fútbol

Fernando Morientes, exjugador del Real Madrid y del Valencia, entre otros, y actual embajador de LaLiga, reconoció que a veces tiene la necesidad de pedir perdón porque cuando a su compañero del conjunto merengue Roberto Carlos le tiraban un plátano nos reíamos.

Siento la necesidad de pedir perdón porque, aunque en el vestuario no habían episodios de racismo, nosotros normalizábamos las cosas que pasaban en la grada. He jugado con Roberto Carlos, Makelele, Seedorf que eran insultados y nosotros nos reíamos y no hacíamos nada. A mí me insultaban por ser hijo de un guardia civil, a Roberto Carlos le tiraban un plátano y nos reíamos, confesó el exdelantero en el acto de LaLiga en el que se daban las claves para combatir el discurso del odio en el fútbol.

Yo veo mucha evolución porque veo lo que era antes y lo que es ahora. Cuando había un impertinente era jaleado por las personas que estaban su alrededor. Ahora la gente lo mira mal y hace diez años no pasaba porque eso estaba normalizado y nosotros lo veíamos como algo normal. Se ha producido una evolución tremenda, aunque ocurran cosas residuales. Tenemos que seguir avanzando para ojalá erradicarlo al 100%, añadió.

Una mesa redonda contra el racismo

Morientes participó en una mesa redonda acompañado por el exfutbolista Marcos Senna, primer nacionalizado español que fue campeón de Europa con España, en 2008; Cindy Lima, exjugadora de baloncesto y campeona de Europa en 2013, Carmen Menayo, jugadora del Atlético de Madrid, y Auri Bokesa, exatleta.

Senna se mostró muy agradecido a España por darle las oportunidades que no le dieron en su país de origen, Brasil, y habló sobre cómo vivió la conquista de la Eurocopa 2024 por parte del combinado nacional destacando la figura de Nico Williams y Lamine Yamal.

Cindy Lima comentó que es muy optimista y que se está en el camino correcto, pero quiso remarcar que todavía queda mucho por recorrer, sobre todo, en el ámbito de las redes sociales. Estamos en el buen camino en la parte analógica, pero en la parte digital de las redes queda mucho camino por hacer. No sé lo que pasa por la cabeza de un racista. El racismo es un escalón más de odio. Es absurdo atacar a alguien por ser hijo de un guardia civil, pero cuando a ti te atacan por el color de piel, te atacan por la identidad, remarcó la exjugadora.

Auri Bokesa también reforzó la idea de que estamos en una buena dirección pero que hay que ser exigentes, y al igual que Fernando Morientes hizo autocrítica por errores que tuvo en el pasado. A mí me gusta hablar en primera persona de las cosas que hacemos mal porque a mí me ha pasado que cuando veía una mujer entrenadora tenía que ser excelente porque estoy tan acostumbrada a ver hombres que cuando veían una mujer y se equivocaba la miraban con lupa. Tenemos que tratar todo esto y los que estamos más comprometidos también tenemos que hacer un trabajo muy grande para ver con que ojos juzgamos a los demás, expresó.

Carmen Menayo, jugadora del Atlético de Madrid, matizó la importancia de erradicar estos problemas tanto en los equipos grandes como en los más pequeños y hablo del poder del fútbol como medio integrador. El deporte, el fútbol en este caso, creo que es un medio integrador y conector de las personas. En mi experiencia profesional estuve compartiendo vestuario hasta los 16 años con chicos y ahí daba igual el género porque se unen en el vestuario todos los sueños y emociones que se viven, afirmó.