El doloroso y prolongado repetido: El trágico caso de un partido de fútbol que no cesa de revivirse.
En un sorprendente y escalofriante giro de los acontecimientos, un partido de fútbol ha caído en un bucle temporal que parece no tener fin. El encuentro en cuestión, que se disputó en un estadio lleno de expectación, ha comenzado a repetirse una y otra vez, sin que nadie logre explicar el porqué de este fenómeno paranormal. La comunidad deportiva se encuentra conmocionada y perpleja ante este suceso, mientras que los jugadores y entrenadores involucrados luchan por superar el trauma de esta experiencia. A continuación, exploraremos los detalles de este caso sin precedentes, que ha dejado a todos con la boca abierta.
La parálisis del partido: Absurda pérdida de tiempo en revisiones arbitrales en la Euroliga
El pasado miércoles, el Palau Blaugrana y el Olímpic de Badalona se vieron afectados por un problema que aqueja al baloncesto profesional: la absurda pérdida de tiempo en las revisiones arbitrales en vídeo. En el partido entre el Barça y el Mónaco, la racha de revisiones paralizó una fase de éxtasis de los aficionados que pasaron de vibrar con las canastas de Punter o Laprovittola a no entender qué estaba pasando.
La obsesión arbitral en el último período por llevar el análisis de lo ocurrido al detalle, aunque ello no sirviera para cambiar ninguna dinámica de partido ni variar el guión previsto, frenó todo el dinamismo y la velocidad que los equipos pusieron en pista en el tercer cuarto. Más bien, para exaltar a un público que en medio de las pausas de varios minutos ironizaba pidiendo más.
En Badalona, la revisión puntillosa de las acciones llegó también al final, en medio del descalabro de un Joventut superado por el Wolves lituano. La situación ya no invitaba a quedarse, por lo que el coliseo badalonés se vació con cierta rapidez, dejando a los equipos y al trío arbitral solos en la soledad del fracaso colectivo para llevar el mejor espectáculo al que finalmente paga.
El resultado: partidos que superan las dos horas
El resultado, como ocurrió en otros partidos de Euroliga (el Bayern-París fue extremo este jueves), fue superar largamente las dos horas de partido, lo que pone en apuros las retransmisiones televisivas y reduce el espectáculo a la mínima expresión. Si ya en situaciones normales resulta complicado mantener la atención más allá de las pausas habituales de tiros libres y tiempos muertos, la imagen de dos árbitros de espaldas a pantalla, que se ha hecho habitual, es seguro que invita a los jóvenes potenciales aficionados a olvidarse del encuentro y a volver al scroll del móvil.
Las revisiones constantes en vídeo se han convertido en un ingrediente asumido que convendría revisar. Quizá la primera en hacerlo debería ser FIBA, pero también sorprende que las ligas profesionales, que ven resquicios para introducir pequeños cambios en el reglamento (salto entre dos, saque rápido…), no hayan reparado en el perjuicio que estos parones suponen.
Se podría pensar que llevar al extremo el uso de esta tecnología es positivo si al final resulta que las polémicas desaparecen y tanto la Euroliga como la Liga Endesa se convierten en un oasis de justicia. Pero en el escenario actual, las controversias constantes por la diferencia de tiros libres del Madrid día sí y día también o los criterios sobre las acciones de tiro, por poner un ejemplo, no paran de crecer.
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