¿Es el fin de la selección nacional?

¿Es el fin de la selección nacional?

La crisis que atraviesa la selección nacional ha llevado a muchos a cuestionar su futuro. La serie de malos resultados y las polémicas que rodean la figura del seleccionador han generado una gran inquietud en torno al proyecto de la selección. Los malos partidos y la falta de cohesión en el equipo han llevado a muchos a preguntarse si ha llegado el momento de cambios drásticos. En este sentido, se habla de la posibilidad de una reestructuración total del equipo, lo que podría significar el fin de una era y el inicio de una nueva página en la historia de la selección nacional.

La saturación de partidos: ¿la crisis de la selección nacional?

Algo habrá que hacer con el calendario, más allá de estrategias para que los jugadores no acudan a las selecciones. Eso es lo que parece que hizo el Madrid con Mbappé, que no fue con Francia para no ser cazado y fue cazado en una discoteca. O con Vinicius. ¿Tal vez también Militao?

Los clubs van a acabar buscando excusas para no ceder a los futbolistas a los cada vez más numerosos parones por selecciones durante la temporada, sobre todo, al inicio.

La víctima de la saturación: Lamine

Lamine es otra víctima de la saturación. No hay lesión, pero sí sobrecarga. Ha regresado a Barcelona y no jugará ante Serbia. Se esperaba que ya no lo hiciera porque se le mostrara una tarjeta contra Dinamarca, pero no la vio.

Sí, en cambio, fue objeto de duras entradas por parte del lateral danés Kristiansen, que acabó por definir su estrategia a la prensa de su país: “Si hay ocasión de protagonizar un buen duelo, que puede doler un poco, hay que aprovecharlo. Es simplemente decir, ‘Oye, yo también estoy en la pelea, no te tengo miedo’”, dijo el defensa de 21 años en lo que se entendió como una actuación agresiva completamente deliberada. Kristiansen vio tarjeta amarilla en el minuto 85.

Proteger a los que dan el espectáculo

Se pueden mover muchos calendarios pero es clave que se proteja a los que dan el espectáculo, no a los que lo destruyen.

Xavi, por ejemplo, lo comentó en sus reuniones anuales. Lo mejor sería que se jugaran las competiciones de clubs primero y, luego, durante un mes, las selecciones. Sería una buena fórmula para romper con los parones. La Nations League se jugaría al final de temporada, como se hace con el Mundial y la Eurocopa y se reducirían las fases clasificatorias o se colocarían en el mismo período.

Después los jugadores podrían tener vacaciones y más tarde empezar la temporada. Si no, se va a seguir observando el carrusel de lesiones para unos jugadores sobre argados de encuentros, con sistemas y exigencias no siempre parecidas en los clubs y en las selecciones.

Reforma de los calendarios, no aumento indiscriminado

Con De la Fuente no hay problemas en ese sentido, pero ya va siendo hora de que se ataque la reforma de los calendarios, no el aumento indiscriminado.

Es hora de cambiar la forma en que se organizan los partidos y las selecciones, para proteger a los jugadores y evitar la saturación de partidos que puede llevar a lesiones y una mala calidad en el juego.

Esperamos que se tomen medidas efectivas para solucionar este problema y evitar que la selección nacional siga en peligro.