Eslovenia alcanza un logro histórico gracias al dominio de Pogacar y Roglic en el mundo del ciclismo.
En un año marcado por la incertidumbre y la adaptación, el ciclismo esloveno ha logrado un hitó histórico sin precedentes. Gracias al dominio absoluto de dos de sus mejores exponentes, Tadej Pogacar y Primoz Roglic, el país balcánico se ha coronado como la potencia ciclista del momento. Con victorias en las pruebas más importantes del calendario, como el Tour de Francia y la Vuelta a España, la dupla eslovena ha demostrado su superioridad en el mundo del ciclismo. En este artículo, analizaremos el impacto de este logro en el deporte y la importancia que tiene para el país y sus atletas.
Doble éxito esloveno: Pogacar y Roglic escriben historia en el mundo del ciclismo
Con solo dos millones y pico de habitantes, Eslovenia se ha convertido en una potencia ciclista gracias a la destacada actuación de dos de sus hijos más ilustres, Tadej Pogacar y Primoz Roglic. Ambos han logrado hacer historia para su país al vencer entre ambos las grandes citas del calendario de la UCI, convirtiendo a su nación en la primera que logra ganar las tres Grandes Vueltas y el Mundial en el mismo año en categoría masculina.
Un logro histórico que ya había sido alcanzado por la neerlandesa Annemiek van Vleuten en categoría femenina en 2022. En este curso, Pogacar ha arrasado con su triple corona (Giro, Tour y Mundial) y Roglic puso la guinda del pastel con su cuarta Vuelta.
De la nada a la gloria
Hasta hace no mucho, Eslovenia no tenía una gran cultura ciclista, pero sus primeros grandes éxitos en los escenarios principales del panorama mundial impulsaron una hornada de potentes corredores que ha alcanzado el culmen una generación después.
El mejor ejemplo es Andrej Hauptman, bronce mundial en 2001 (la primera medalla para el país) y actual director deportivo del equipo nacional esloveno. La generación actual de corredores no se centran en el Top 3 de una general o el Top 5 de etapa. Tienen la mentalidad de ir a ganar, reflexionaba el exciclista en conversación con Rouleur en 2019, justo antes del inicio del boom de su país.
Ahora estamos en un punto en que todo es posible. Los corredores que tenemos hacen que todo sea posible, añadía.
La motivación y la confianza
Él mismo contó cómo creció la motivación y confianza de los ciclistas eslovenos a lo largo de las últimas décadas. Me di cuenta de que alguien con quien crecí podía ganar, yo también podía. En el 2000, él fue undécimo en los Mundiales. Y me dije, wow, ¿así que es posible? El año siguiente gané la medalla, recordaba sobre su experiencia junto a Gorazd Stangelj, actual director deportivo del Bahrain.
Hasta 1998, Eslovenia no ganó ninguna etapa en competiciones profesionales de élite sancionadas por la UCI. 2019 fue el año en que los dos prodigios abrieron la lata. Roglic con el podio en el Giro y luego la primera victoria en la Vuelta, la primera grande ganada por un esloveno en toda la historia. Le acompañó en ese podio Pogacar, tercero de aquella edición histórica.
Un legado que sigue creciendo
Desde entonces, entre ambos, acumulan ocho victorias más en Grandes Vueltas. Matej Mohoric, otro de los grandes referentes de la hornada de talento de la actual generación de astros eslovenos, confirmaba que aquellos primeros éxitos, y más todavía los actuales, hacen que la nación y sus ciclistas se ganen una magnífica reputación dentro del pelotón.
No hay demasiados corredores que hayan realmente decepcionado a los equipos que han invertido en ellos. El éxito llama a más éxito, concluía.
Con estos logros, Eslovenia se consolida como una de las potencias ciclistas más importantes del mundo, y Pogacar y Roglic se convierten en dos de los nombres más destacados de la élite ciclista.
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