El Vikingo de la Maratón y otros 'Mitos del Correcaminos'

El Vikingo de la Maratón y otros 'Mitos del Correcaminos'

En el mundo del atletismo, existen leyendas urbanas y mitos que rodean a algunos de los corredores más destacados de la historia. Uno de ellos es el Vikingo de la Maratón, un atleta que se ha convertido en un ícono del mundo del running. Pero ¿quién es este enigmático personaje y qué lo hace tan especial? En este artículo, vamos a desentrañar el misterio que rodea a este corredor y a otros 'Mitos del Correcaminos', revelando la verdad detrás de sus logros y hazañas en la pista. ¡Sigue leyendo para descubrir más sobre estos héroes del running!

La Legendaria Carrera de la Maratón: El libro 'Mitos del Running' nos revela los secretos de la historia del running

Cuenta Alfonso Mañas en su nuevo libro ‘Mitos del Running’ (2024, Almuzara) que el origen del deporte, y más específicamente del atletismo, siempre estuvo ligado al mar. Mucho antes de la mítica gesta de Filípides, Jasón lideró una expedición en barco a la Cólquida para buscar el vellocino de oro.

Los griegos hacían navegación de cabotaje, esto es, iban bordeando la costa y hacían paradas frecuentes, de cabo en cabo, lo que resultaba más seguro que adentrarse en alta mar y permitía acopiar víveres. Como el deporte era muy importante para los griegos, los argonautas aprovecharon una de esas paradas para hacer una competición.

Entre la tripulación había nombres tan ilustres como los de Hércules y Peleo. Este último, futuro padre de Aquiles, no destacaba en ninguna especialidad deportiva salvo en la lucha, en la que era el mejor. En todas las demás (disco, jabalina, carrera y salto) era segundo.

Como Jasón estimaba mucho a Peleo, juntó las cinco pruebas en una, y como Peleo era segundo en todo y el mejor en la lucha, ganó la competición. Jasón llamó a la prueba pentatlón (penta “cinco” y atlón “combate”, “cinco combates”) y así nacieron las pruebas combinadas.

La fascinante historia de Mensen Ernst, el atleta que recorrió miles de kilómetros

Miles de años más tarde, ya más cerca de nuestra época, otro marinero se convirtió en uno de los mayores mitos del running. Su nombre fue Mensen Ernst y nació en una familia pobre de Noruega en el año 1795.

A los 15 años logró entrar en la Real Escuela de Navegación de Copenhague, donde aprendió a guiarse por las estrellas, y a los 18 años se enroló en la marina inglesa. Durante una escala en uno de sus viajes a Ciudad del Cabo ganó una carrera local y descubrió que podía vivir como corredor.

Por esos años, a principios del siglo XIX, las carreras de fondo estaban en auge y repartían cuantiosos botines entre premios y apuestas. De regreso a Inglaterra, Ernst comenzó a correr. Primero participó en carreras de 1 a 5 millas, y luego ganó sus primeras carreras de gran fondo: de Londres a Portsmouth (115 km en 9 horas) y de Londres a Liverpool (270 km en 32 horas).

Más tarde se trasladó al continente, donde, al igual que en Inglaterra, ganó mucho dinero compitiendo en carreras a pie y apostando contra los lugareños de los pueblos y ciudades que visitaba. Después de combatir en la guerra de independencia de Grecia fue a Constantinopla, donde ganó muchas carreras contra los turcos, para luego convertirse en mensajero de la aristocracia de Anrode.

En 1832 ganó una apuesta por ir de París a Moscú (2.400 km) en 15 días, aunque no corrió durante todo el trayecto (el reto permitía utilizar caballos y otros medios de transporte). En 1836, a la edad de 41 años, la Compañía Británica de las Indias Orientales le pidió llevar unos documentos de Constantinopla a Calcuta (6.000 km), trayecto que completó en un lapso de 30 días.

Su última travesía culminó en Egipto, donde fue a descubrir las fuentes del Nilo por encargo del príncipe Pückler-Muskau. Partió desde Sajonia y pasó por Constantinopla, Jerusalén y El Cairo. Un mediodía lo encontraron echado y sin vida junto a una palmera en Asuán, 800 km al sur de la capital egipcia. Lo enterraron allí mismo y su cuerpo nunca pudo ser recuperado porque la zona fue tapada por una represa de agua muchos años más tarde.

'Mitos del Running', un libro indispensable para los amantes del running

La historia de Mensen Ernst puede leerse completa en 'Mitos del running' junto a otros 42 relatos sobre las carreras a pie.

'Mitos del running', escrito por Alfonso Mañas y publicado por editorial Almuzara, es un libro indispensable para los amantes de este deporte que ofrece 42 relatos sobre las carreras a pie. Desde sus orígenes míticos hasta las últimas hazañas conseguidas por atletas profesionales, esta obra condensa de forma accesible y entretenida la historia no oficial del running.

En sus más de 400 páginas se pueden hallar momentos icónicos del deporte como las gestas de Paavo Nurmi y Emil Zátopek en la primera mitad del siglo XX, el ingreso de las mujeres a las competiciones deportivas, la increíble victoria de Adebe Bikila corriendo descalzo en el maratón olímpico de Roma 1960 y la histórica irrupción de Kathrine Switzer en el maratón de Boston de 1967.

Más aún, el libro recupera hitos poco conocidos como la carrera más antigua de España, el invento de la media maratón y el día en que nacieron las grandes marcas de calzado. También hace un repaso por nombres que marcaron la historia de este deporte, como los de Martín Fiz y Abel Antón en el plano nacional o los de Eliud Kipchoge, Kelvin Kiptum y Tigst Assefa en la escena internacional.

Otros debates en torno al running como el impacto de las zapatillas con placas de carbono, las diferencias en el rendimiento de hombres y mujeres, la capacidad de los humanos para recorrer largas distancias, los beneficios de correr descalzo y muchos otros temas son explorados de forma magistral para que cualquier aficionado pueda conocer más sobre su pasión: correr.