La confianza del bético Llorente brilla en su mano
En el mundo del fútbol, la confianza en uno mismo es un factor clave para el éxito. Y eso es precisamente lo que está demostrando Fernando Llorente, delantero del Real Betis, quien en los últimos partidos ha estado brillando con una confianza renovada. La seguridad que se refleja en su juego es palpable, y sus compañeros de equipo y entrenadores no dejan de elogiar su estado de forma. La confianza que tiene en su capacidad para marcar goles y crear jugadas de peligro es contagiosa, y el equipo parece beneficiarse de su liderazgo en el campo. ¿Será este el año en que Llorente consolide su posición como uno de los delanteros más letales de la Liga Española?
La norma es clara: Llorente no cometió error y Betis se llevó la victoria
Mucho se sigue hablando acerca de la pena máxima del derbi sevillano Sevilla - Betis del Sánchez Pijuan que acabó dando la victoria por la mínima al equipo de García Pimienta. La acción que generó la polémica fue un remate de cabeza de Agoumé que acaba golpeando en el brazo de Llorente.
Inmediatamente, el colegiado internacional valenciano Martínez Munuera señala el punto de penalti al entender que el defensa bético tenía el brazo en posición antinatural. Esta decisión fue revisada en la sala VOR de las Rozas por Valentín Pizarro, quien después de un minuto de revisión y diálogo con el árbitro de campo, reafirma la decisión de Martínez Munuera.
Según el protocolo de VAR, solo hay revisión si el VOR considera un posible error del árbitro. En este caso, la revisión ratificó la decisión del colegiado de campo. La norma existente en la Internacional Board y circular arbitral es clara al respecto: se considera posición del brazo antinatural cuando un jugador ocupa con su brazo/mano un espacio mayor, corriendo un riesgo y, como consecuencia de ello, corta el pase de un contrario, un disparo a portería, etc.
La circular arbitral establece que se consideran situaciones de brazo antinatural cuando la mano o brazo están claramente despegados y alejados del cuerpo o cuando la mano o brazo están claramente despegados por encima del hombro. Esta redacción actual de la norma explica por qué Martínez Munuera no acudiera al monitor a revisar la acción, como requirió Manuel Pellegrini al final del encuentro.
Dado que la norma actual es clara y la revisión del VAR ratifica la decisión del colegiado de campo, no hay por qué acudir al monitor para revisar. Este tipo de situaciones se producen cuando el árbitro de VAR considera que puede existir un error en la decisión adoptada por el árbitro principal y en los cuatro supuestos del protocolo: gol, penalti, tarjeta roja o confusión de identidad.
En este caso, la norma es clara y la revisión del VAR ratificó la decisión del colegiado de campo, por lo que no hubo necesidad de revisar la acción en el monitor. La victoria del Betis se dio por la mínima, gracias a la pena máxima que generó la polémica.
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