El día de hoy conmemoramos 30 años desde la partida de uno de los más legendarios pilotos de la Fórmula 1, el inigualable Ayrton Senna. Considerado por muchos como uno de los más grandes de la historia de este deporte, su legado perdura en la memoria de millones de fanáticos alrededor del mundo. Con su estilo único y su pasión por la velocidad, Senna marcó un antes y un después en la Fórmula 1, dejando una huella imborrable en la historia del automovilismo. A pesar de que han pasado tres décadas desde su trágica muerte, su espíritu competitivo y su compromiso con la excelencia continúan inspirando a generaciones de pilotos y aficionados.
Años del trágico adiós a Ayrton Senna, el legendario piloto brasileño
El 1 de mayo siempre es una fecha señalada para los amantes del motorsport. Incluso para aquellos que no son tan fieles al automovilismo, aquel 1 de mayo de 1994 es inolvidable. Y es que el accidente que acabó con la vida de Ayrton Senna aún se recuerda con dolor después de 30 años. El brasileño, para muchos, fue el mejor de todos los tiempos. Para otros, quizás ha habido de mejores. Opiniones hay muchas pero lo que es innegable es que 'Magic' es un icono que cambió la historia de este deporte.
Recordando a Ayrton Senna: el legado de un ícono del automovilismo mundial
Sus genialidades al volante, sus míticas vueltas rápidas en Mónaco, sus adelantamientos fuera de lo común, su duelo fratricida con Alain Prost que pasó a los anales de la historia, su acérrima creencia en Dios. muchos ingredientes que hicieron de Senna un piloto único. Ayrton logró tres títulos (1988, 1990 y 1991) en la época dorada de McLaren-Honda, pero con la llegada del increíble Williams en 1992, la hegemonía del binomio cayó en picado. Esto provocó que el brasileño fichara en 1994 para los de Grove una vez se retiró Prost. No obstante, el rendimiento del coche ya no era el mismo y llegó a Imola, la tercera carrera de la temporada con necesidad de puntuar tras dos ceros seguidos por fiabilidad.
Pero ocurrió lo peor en la curva de Tamburello a más de 300km/h. Senna se fue recto en plena aceleración y topó contra el muro. Ya las imágenes inmediatamente posteriores se veía el cuerpo inmóvil dentro del cockpit. Cuando los doctores consiguieron sacarle del coche trataron de reanimarlo, pero todo esfuerzo era en vano. Uno de los más grandes se había ido.
Los motivos siguen sin ser claros. Nunca nadie sabrá qué ocurrió exactamente. No hay dudas de que la columna de dirección falló, pero las pruebas sugieren que el coche no se fue de la pista como resultado de una rotura de la dirección, dijo Newey en 'The Guardian' hace ya años.
El accidente se llegó a mandar a juicio cuando la Fiscalía italiana acusó a Frank Williams, Patrick Head, el que fuera director técnico, y el propio Adrien Newey. Fueron acusados de realizar una chapuza para modificar una cosa que pidió el propio Senna en vez de cambiar la pieza por una de nueva y esto es lo que hubiese provocado el fallo en la dirección.
En un principio fueron absueltos los tres tras decretarse que no había pruebas para demostrar dicha culpabilidad. Sin embargo, en 2007 se culpabilizó a Patrick Head por no realizar los controles protocolarios al nuevo ajuste. No obstante, no fue detenido porque los hechos ya habían prescrito.
Ese Gran Premio de Imola fue uno de los más duros que se recuerdan. El sábado antes de la catástrofe con Senna ocurrió otra con Ratzernberger, que perdió la vida durante los entrenamientos dejando a todo el paddock en shock. Además, por si fuera poco, Rubens Barrichello también tuvo un accidente muy fuerte que hizo peligrar su integridad física aunque se quedó en un susto.
Precisamente al lado de Barrichello se paró Senna para auxiliarle. Un acto que reflejaba el carácter de Ayrton que siempre estaba dispuesto a jugársela para ayudar a cualquier compañero que estuviera en problemas.
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